Cuando vemos un cachorrito que esta apenas comenzando a vivir y acostumbrándose a su nueva familia, y comienza a morder y gruñir haciendo rasguños con sus afilados colmillos de leche, empieza a rondar por nuestra cabeza una serie de preocupaciones, tales como:
Cuando vemos un cachorrito que esta apenas comenzando a vivir y acostumbrándose a su nueva familia, y comienza a morder y gruñir haciendo rasguños con sus afilados colmillos de leche, empieza a rondar por nuestra cabeza una serie de preocupaciones, tales como:
¿Mi cachorro es agresivo? ¿Será seguro para mi familia un cachorro que muerde? ¿Cuándo sea adulto morderá con más fuerza? ¿Por qué mi cachorro muerde las manos? ¿Cómo controlo la agresividad?
Para tranquilizaros os doy rápidamente la respuesta: MORDER LAS MANOS NO ES SIGNO DE AGRESIVIDAD. No quiere decir esto que no debamos controlarlo, pero solo como medida educativa y pensando que es un proceso normal del desarrollo.
El cachorro está aprendiendo a relacionarse con los humanos, está deseoso de usar su fuerza y sus aptitudes para el juego en general. Un perro descubre el mundo con su olfato y lo atrapa con su boca. Por eso es normal que muerda, rasguñe, y quiera jugar con sus dientes.
Pero lo más importante es saber que él está probando hasta dónde puede llegar y cuáles son sus límites, por eso es importante controlarlo y educarlo para que cuando sea grande controle su fuerza.
Normalmente un perro que separaron correctamente de su camada, a las 8 semanas no debería tener este problema.
La manera más fácil de corregirlo es hacerlo probar su propia fuerza. Es decir que el vea y sienta que con su hocico puede hacer daño. Así que cuando intenta mordernos no retiramos la mano, al contrario, la introducimos más en su hocico de manera impositiva, nos ayudamos con la otra mano para tener la parte de atrás de la cabeza y no dejarlo esquivar nuestra respuesta.
Si hacemos esto cada vez que el intenta morder nuestras manos, inicialmente tendremos que repetir el proceso decenas de veces por hora, pero al cabo de algunas horas el se dará cuenta de lo incomodo que resulta morder a su dueño y dejara de hacerlo.
Tener en cuenta que para que esto funcione tenéis que aplicarlo el 100% de las veces y de manera segura y decidida. El cachorro se quejará y es normal, de eso se trata de mostrarle lo desagradable que es una mordida. Son ejercicios cortos y efectivos, solo ponemos la mano bien al fondo de su boca y la sostenemos por algunos segundos hasta que el mismo trate de soltarse.
En ese caso el ejercicio debe ser más corto y efectivo y además acompañarlo de un NO fuerte y claro. Nada de frases largas ni palabras que lo confundan. Lo importante es no caer en el falso cariño que permite todo y no corrige por que da pena… después de algunos meses perdemos el control y queremos reaccionar cuando es demasiado tarde.
Es mejor una corrección segura cuando es cachorro que un perro maleducado.
Esta corrección no le duele, es solo una incomodidad que el tratara de evitar.
Nunca mostréis miedo ni sorpresa, tomaros las mordidas del cachorro como algo incomodo pero que no os causa la mas mínima reacción de estrés, solo aprovechar para corregir y ya está.
Es importante que lo hagan todos los miembros de la familia y los padres junto a los niños. Si queréis podéis usar guantes de cambiar ruedas de coche o de jardinería para sentiros más cómodos.
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